Carmen Giménez, primera atleta femenina en silla de atletismo en terminar el Zurich Rock ‘n’ Roll Running Series Madrid

Carmen Giménez empezó a correr en 2019. Lo hace en una silla de atletismo debido a una lesión medular que le impide andar desde hace más de diez años. Todo comenzó en Torrelodones, municipio en el que reside. “Me presenté en las pistas de atletismo y me puse a dar vueltas. Iba con mi silla normal, la del día a día, y claro, me di cuenta de que eso no funcionaba bien… Entonces busqué información en Internet y contacté con Roberto Álvarez, entrenador de atletismo adaptado. Enseguida empecé a trabajar con él y a entrenar en serio: fuerza, movilidad, respiración… Me sentía cada vez mejor, pero claro, yo quería salir a correr. El problema es que no tenía silla de ruedas de competición y en España no las venden”, explica Carmen.

Pero una empresa con la que contactó se encargó de hacerla una silla para correr. Era febrero de 2020 y entusiasmada con sus ‘nuevas zapatillas’, se inscribió a un Campeonato de España de Atletismo Adaptado, en Getafe. Al principio hacía distancias cortas, de 100 o 200 metros, pero no era lo que más disfrutaba. “La silla, además, no era gran cosa, estaba un poco desalineada, no me sentía a gusto con ella. Además, en el atletismo adaptado, cuanto más larga es la distancia, más nos favorece la inercia, por eso yo quería hacer maratón, lo tenía clarísimo”, explica.

Tras adquirir una silla mucho más adecuada y hablar con su entrenador Roberto, también maratoniano, le convenció para preparar el Maratón de Sevilla de 2022. Fueron muchos meses de entrenamiento, de ilusiones y de dificultades, claro. “Porque un maratón en silla de atletismo se prepara igual que cualquier persona lo hace para ir a pie. Hay que tener en cuenta las cargas, el volumen de entrenamiento, una preparación muy específica. En el Maratón de Sevilla el equipo de Informe Robinson me acompañó para grabarme durante el recorrido”, comenta la deportista.

“Para mí hacer un maratón fue cumplir un sueño. La experiencia fue increíble. Yo iba muy nerviosa y también insegura, las habituales sensaciones del maratoniano primerizo, que nunca se ha enfrentado a 42 kilómetros; nunca has entrenado una distancia tan larga”, recuerda. Pero se centró en disfrutarla al máximo y finalmente consiguió una marca de 2 horas y 31 minutos.

Y claro, una vez terminada la primera, la euforia le llevó a querer más. “Roberto me tranquilizó y me dijo que debíamos mantener la calma y volver a prepararnos bien para otra maratón. De hecho, me dijo que la idea ahora era mejorar la marca. Y elegimos Valencia, que era el 4 de diciembre de 2022. Pero la vida está llena de imprevistos y yo durante la preparación me fracturé la tibia. Estuve 9 semanas escayolada. Lógicamente no hice Valencia y decidí volver a Sevilla. Esta vez hice 2 horas y 14 minutos. Mejoré mucho, pero mi objetivo real era intentar el récord de España de maratón en silla, que está en 2 horas y 8 minutos”, confiesa Carmen Giménez.

Empeñada en mejorar su marca, en marzo se fue a la Marató de Barcelona. Su entrenador no estaba muy de acuerdo con la decisión, era otra maratón muy seguida. Pero la apoyó. Finalmente, 2 horas y 27 minutos. Y pocos días después, recibió la llamada del Zurich Rock ‘n’ Roll Running Series Madrid… “No pude decir que no. A mí correr Madrid me hacía muchísima ilusión. Sé que es una maratón muy dura, para las sillas todavía más. Pero el corazón me pudo y acepté la propuesta”.

“Fue una experiencia maravillosa. Tener la Gran Vía entera para ti, Preciados, la calle Mayor, la Casa de Campo… fueron momentos únicos y maravillosos. Pero también duros en algunos momentos por las subidas. Físicamente fue muy dura; al final hice un tiempo de 2 horas y 47 minutos, pero la experiencia fue maravillosa. También es verdad que me ha pasado factura, ya que terminé con un pinzamiento en el brazo izquierdo. En principio no es nada grave, pero tengo bastante dolor y ahora llevo 3 semanas sin entrenar. Pero la vida de los deportistas, y de las personas, es así… hay que elegir lo que te hace feliz”.