Siempre Madrid

Hace tiempo que el maratón dejó de ser guarida del sacrificio y la agonía. Ambos permanecen instalados todavía bajo el abrigo de Filípides, pero conviviendo junto a conceptos irrenunciables para el homo runner actual: diversión, alegría, turismo… Nuestra ciudad fue pionera en captar el mensaje, en abrazar la tendencia. Por eso ya no hablamos de Maratón Popular de Madrid, sino de Zurich Rock ‘n’ Roll Running Series Madrid.

No es un reclamo comercial, es un tributo a la democracia deportiva. ¿Por qué designar un evento con la longitud de una distancia cuando son tres las que debaten sobre el asfalto de una urbe legendaria por su nula capacidad para la discriminación? Estás en Madrid, eres de Madrid. Da igual profesora de instituto, fontanero o corredor de fondo.

La prueba es una y trina; el milagro lo producen 34.000 almas dispuestas a aceptar un ligero (o no tan ligero) dolor de piernas con tal de ser felices. Cifra expansiva, incontenible. Un 10% más de aspirantes a finisher que el curso pasado y 3.000 en lista de espera. Se desperdigarán en línea de salida del siguiente modo: 9000 con el ojo puesto en los 42,195 km (1.000 más que en 2002), 17.000 acometerán el medio maratón (hace un año fueron 15.000) y 8.000 han decidido que lo suyo son los 10 km (7.500 lo decidieron hace 365 días).

Todo ese enjambre de coleccionistas de millas gozará un recorrido más Madrid que nunca. Un trazado arquitectónicamente impecable (se dice que el más bonito del país, y se dice bien) que devuelve al maratón su emblemático transitar por la Puerta del Sol y la Gran Vía (centro en estado puro), regalándoselo por vez primera a quienes han decidido apostar por media y 10K. El viario huye de pretensiones cronométricas centrándose en aspiraciones sensoriales. Subidas y bajadas, minúsculos retos que redondean la gesta y se rebelan contra la obsesión reinante por circuitos planos o en descenso, que escapan a la tiranía del cronómetro, que nos refrescan la memoria: Madrid como otra manera de tomarse las cosas.

Tanto ajetreo en la vía pública deja huella. La del corazón de quienes tengan la suerte de cubrir las calles con sus zancadas esperemos sea indeleble. La de otro tipo, ojalá imperceptible. Para conseguirlo se anuncia el segundo gran hito de la presente edición: Zurich Rock ‘n’ Roll Running Series Madrid será la primera carrera del mundo en certificar su huella de carbono con AENOR. Es el desenlace lógico a un compromiso con el medio ambiente que viene de antaño, de un trabajo exhaustivo, mano a mano con el Ayuntamiento de Madrid y Ecoembes. Madrid como carrera que respira.

Madrid como puerta de acceso ilimitada. Madrid como epicentro de los sueños. Madrid como garantía de que, o corremos todos y todas, o no corre nadie. Por eso no escondemos el orgullo al filtrar los datos de quienes saldrán a devastar suela el próximo 23 de abril. Si tomamos como referencia la totalidad de la inscripción hallamos un 33% de mujeres y un 67% de hombres. Si triplicamos el foco observamos un 14/86 en el maratón (está muy bien), 34/66 en los 21,097 km (está genial) y 52/46 en el 10K (está espectacular).

Crece la presencia femenina en todas las distancias y, por segundo año consecutivo, en la hermana pequeña participarán más chicas que chicos, un porcentaje todavía inusual por estos lares en carreras mixtas, en sintonía con lo que hallamos en la meca del running, Estados Unidos. Madrid como puente a la igualdad. Madrid como ratificación del siglo XXI.

La cita es también una excusa, una coartada. Muchos no están dispuestos a embutirse en mallas y camisetas de colores imposibles, pero tampoco renunciarán a los placeres ofrecidos en cada esquina de una ciudad universal, por eso acompañan a los poseedores de dorsal y convierten la experiencia en una aventura turística que depositará en Madrid más de 42 millones de euros. En el asunto tiene un peso específico la inclusión de la prueba en las Rock ‘n’ Roll Running Series; el mayor circuito de carreras populares del planeta en el que participan cada año más de 700.000 fondistas vocacionales.

Ahora el antiguo MAPOMA tiene un nombre mucho más largo, Zurich Rock ‘n’ Roll Running Series Madrid, y es lógico. Según aumenta una familia lo hace también la lista de apellidos. La nuestra crece a lo largo y ancho del mundo. Si Madrid, Valencia, Barcelona, Toledo y Alicante configuran el top 5 de provincias representadas en la gran masa que tomará las calles dentro de dos domingos, Francia, Italia, Reino Unido, EE. UU. y Portugal son el quinteto titular en cuanto a países. El maratón es el mayor reclamo en la captación de participantes extranjeros (30%), claramente por encima de media (18%) y 10K (15%). En total serán 27.342 los españoles y 6.658 (aumento de 1.200 respecto a la pasada edición) los que llegan de otras partes del globo.

Madrid como tradición y modernidad. Madrid como chotis y guitarras endiabladas. Madrid como guerra abierta contra relojes y desniveles. Madrid como alegato de la sonrisa… Madrid como infinitamente más que 42 kilómetros; pero siempre Madrid.